ElPais.com.- Más de la mitad de las 1.680 muertes por accidente en las carreteras españolas de 2013 ocurrieron en horario laboral, un hecho que se repite año tras año y al que la Dirección General de Tráfico (DGT) no ha encontrado solución. María Seguí, titular de esta cartera, reconoció que las cifras de siniestralidad en esta franja horaria —de lunes a viernes entre las 07.00 y las 20.00 horas— están "estancadas" y "son las mismas desde hace una década".
En 2013, murieron 835 personas, 5.393 resultaron heridas graves y 66.770, heridas leves, en incidentes en este horario. Los datos de Tráfico reflejan que la media de edad de los trabajadores accidentados es de 36,7 años; el 58,1% son hombres y el 41,9% mujeres. Seguí aseguró que "los accidentes de tráfico son la primera causa de baja laboral".
Siete de cada diez accidentes laborales de tráfico se produjeron in itinera, es decir, durante el trayecto al trabajo o en el regreso al domicilio, según la DGT. En el 58% de estos siniestros había un coche implicado, en un 11% una motocicleta y en un 0,1% camionetas y furgones. La directora de Tráfico manifestó que las cifras de choques en fines de semanas y en la franja nocturna se han reducido, mientras que en horario laboral "la mejora ha sido nula".
Para tratar de revertir esta situación, la DGT ha iniciado este lunes una campaña informativa y de concienciación dirigida a los conductores y su entorno (familia, amigos, compañeros de trabajo y jefes). Tráfico aconseja a los chóferes evitar los trayectos rutinarios, ir con prisas, usar el dispositivo manos libres solo para conversaciones cortas y nunca para conversaciones largas o en las que se traten temas complejos; evitar las distracciones y concentrarse en la conducción.
En España, las distracciones están presentes en cerca del 40% de los accidentes de tráfico. Un estudio de la Fundación para la Seguridad del Tráfico de Estados Unidos demostró que actividades como escuchar música, conversar con el copiloto o hasta actualizar la página de Facebook roban porcentajes de atención al conductor. La investigación, publicada a mediados de 2013, concluyó que, de todas las actividades, las tecnologías de reconocimiento de la voz son las que causan un mayor nivel de distracción.
Seguí resaltó la importancia de "no llamar" a quien está al volante, una práctica extendida y de la cual las personas son "consciente de su peligrosidad". Dijo que no están cuantificados los accidentes que coinciden con llamadas a los conductores, aunque recordó que existen dispositivos que desvían las llamadas cuando se conduce.