Cada año, cerca de 1,3 millones de personas fallecen a raíz de un accidente de tránsito —más de 3.000 defunciones diarias— y más de la mitad de ellas no viajaban en automóvil. Entre 20 millones y 50 millones de personas más sufren traumatismos no mortales provocados por accidentes de tránsito, y tales traumatismos constituyen una causa importante de discapacidad en todo el mundo.

 

En su resolución 64/255, 1 de marzo de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el periodo 2011-2020 «Decenio de Acción para la Seguridad Vial», con el objetivo general de estabilizar y, posteriormente, reducir las cifras previstas de víctimas mortales en accidentes de tránsito en todo el mundo aumentando las actividades en los planos nacional, regional y mundial. 

AESLEME se comprometió, ya entonces, a colaborar activamente en el objetivo de reducir a la mitad, no solo el número de fallecidos, también el de heridos graves, sensibilizando a más de 1 millón de españoles a través de la educación y la sensibilización, herramientas de AESLEME para conseguir este ambicioso compromiso. Labor con la que continuaremos en la próxima década.

El pasado 18 de agosto de 2021, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó, de nuevo, el periodo 2021-2030 como Segundo Decenio de Acción por la Seguridad Vial. En el documento aprobado, los países han mostrado su preocupación por el hecho de que la meta 3.6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 no se alcanzara en 2020 (reducción a la mitad del número de víctimas mortales y heridos graves en accidentes de tráfico). Por esta razon, lo prorroga para la década 2021-2030.


Con esta resolución, Naciones Unidas alienta a los países a:

Realizar esfuerzos para garantizar la seguridad y protección de todos los usuarios de la vía mediante una infraestructura más segura teniendo en cuenta las necesidades de todos los modos de transporte y usuarios.

Incluir la seguridad vial como parte integral de la planificación urbanística, sistemas de transporte y gobernanza, teniendo en cuenta las necesidades de los usuarios vulnerables de las vías urbanas y rurales, mediante la promoción de un enfoque de sistema seguro.

Adoptar medidas para promover el conocimiento y la sensibilización de la población a través de la educación, formación y campañas de divulgación.

Fortalecer la capacidad institucional en relación de las leyes de seguridad vial y aplicación, seguridad del vehículo, mejora de las infraestructuras, transporte público y atención después de un accidente, y recopilar, analizar y difundir datos desglosados para la formulación de políticas efectivas y basadas en evidencia.

Promover modos de transportes medioambientalmente saludables y seguros, de calidad, accesibles y asequibles, en particular de carácter público y no motorizado, así como una integración intermodal segura como medio de mejorar la seguridad vial.

Alentar e incentivar el desarrollo, aplicación y despliegue de tecnologías existentes y futuras y otras innovaciones para mejorar la accesibilidad y todos los aspectos de seguridad vial.

Exhortar a las empresas e industrias de todos los tamaños y sectores a contribuir para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la seguridad vial, aplicando principios de sistema seguro a toda su cadena de valor.

Adoptar y aplicar políticas y medidas para proteger y promover activamente la seguridad de los peatones y la movilidad en bicicleta, con miras a mejorar también la seguridad vial y salud.

Nosotros soñamos con “Cero muertos en nuestras carreteras”.