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- Ana Carchenilla
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Cuando cumples 35 años como entidad social en un campo como la seguridad vial, puedes afirmar que parece que han pasado siglos, desde aquel septiembre de 1990 en que nació Aesleme. Y es que, efectivamente, parecen siglos de avances y mejoras, porque, aunque en algunas materias los cambios a mejor parecen necesitar milenios, en lo que se refiere a prevenir y reducir víctimas de tráfico, afortunadamente, hemos sido testigos -y hemos participado activamente- de un panorama que nada tiene que ver con décadas anteriores a la creación de Aesleme. Y el progreso parece no tener marcha atrás, en este caso.
1990, el año en que nace Aesleme, no es casual, es el resultado y la respuesta a la alarmante lacra vial, que dejaba a miles de jóvenes en silla de ruedas de por vida o con otras lesiones discapacitantes. Y es que, en el año 1989, la siniestralidad vial en España tocó techo: 9.344 personas fallecieron ese año y 52.438 resultaron heridos graves, muchos de ellos -y muy jóvenes-, con lesiones medulares o traumatismos craneoencefálicos. Era una auténtica tragedia.
Y fue precisamente desde el año del nacimiento de Aesleme, cuando comienza el cambio radical hasta alcanzar una caida del 50% de la mortalidad a principios de los años 2000 -en los que aún perdían la vida más de 4 mil personas- y lograr una mejora histórica como sociedad, a partir de 2010, con un año como referencia: 2023, que marcó el mínimo histórico (1680 fallecidos). Nada como un gráfico para comprender esta mejora radical de la que hablamos:
Por supuesto, lograr esta caída casi vertical -y pasar de ser un país a la cola a ser un ejemplo en seguridad vial-, ha sido posible gracias a una serie de medidas, compromisos y normativas, pero también, y de forma muy destacada, ha sido posible gracias al empuje incansable, visible e invisible, en alta voz y discretamente, de la sociedad civil; de asociaciones como Aesleme, cuya labor infatigable nos ha convertido en un referente en el sector. Y nuestros 35 años de historia, en un testigo de excepcion de este gran cambio en la movilidad y en sus consecuencias.
Hemos visto cómo el cinturón de seguridad pasaba a ser obligatorio también en las plazas traseras y en ciudad (en 1992), así como las sillitas de retención para los menores y el casco para motoristas en todo tipo de vías. Hemos vivido la entrada en vigor del carnet por puntos, en 2006, y cómo esto supuso un nuevo descenso disparado en las cifras de siniestralidad; hemos participado del nacimiento de la Fiscalía de Seguridad vial, también en 2006, año importantísimo para el cambio. Hemos apoyado el despliegue de medidas de control y sanción, lamenteblemente necesarias para que la norma se cumpla; las mejoras impresionantes en la seguridad activa y pasiva de los vehículos y en las exigencias de la Euro Ncap... Así como las nuevas medidas necesarias ante los cambios profundos de la movilidad urbana en los últimos años. Y otro hito vivido que debememos mencionar es la reforma más significativa de los delitos contra la seguridad vial, que se produjo en 2007, y que introdujo cambios clave en el Código Penal para tipificar y endurecer el castigo de conductas especialmente peligrosas al volante, como el exceso de velocidad; el alcohol/drogas al volante; la conducción temeraria...
A la par, desde Aesleme, amplíabamos nuestras campañas de concienciación, a partir de "Te puede pasar", tan original y novedosa en su nacimiento, y que ha envejecido fabulosamente, con adpataciones a los nuevos tiempos. De hecho, "Te puede pasar" es la base de todas las demás campañas de Aesleme, para centros escolares, institutos, universidades, empresas, centros militares, autoescuelas, etc, ajustada y adecuada a la audiencia, la edad y el momento. Así, hemos llegado, de forma directa y presencial, a cerca de 5 millones de personas y a través de los medios de comunicación y las redes sociales a casi toda la población.
Aunque parece un camino reciente visibilizando el coste humano, social, económico... de los siniestros viales, se trata de una trayectoria ya larga, con unos inicios en los que no teníamos tanto peso, hasta que llegó el reconocimiento institucional y se nos situó en el centro: desde hace ya años se nos escucha, se nos requiere en coloquios y medios de comunicación para proyectar nuestros poderosos mensajes y conocimientos en materia de seguridad vial y movilidad y en diversos foros españoles e internacionales nuestros responsables públicos reconocen y cuentan que, sin nuestra labor y sin nuestro empuje, el cambio no hubiera sido posible o no hubiera sido tan representativo.
Aesleme tiene su sede central en Madrid pero cada una de sus delegaciones representan un corazón y un cerebro, con capacidad ejecutora. Nuestras campañas -“Te puede pasar”, “Si controlas, vuelves”; “Agárrate a la vida”...- forman parte de la materia de los alumnos de las distintas provincias españolas. Y, por su puesto, las personas que trabajan en Aesleme y que, con su testimonio y con material específico de educación vial, acercan a los estudiantes estos contenidos tan valiosos e importantes, son allí, en su tierra, héroes a los que los alumnos y los adultos reconocen y quieren, y a los que, en muchas ocasiones, agradecen su gran labor por la calle, detallando situaciones de peligro que supieron reconocer y de las que escaparon, gracias a las charlas de concienciación de Aesleme. Por supuesto, este es el mayor empuje para continuar con nuestra labor.
In Memoriam
Con gran pesar, en este texto de nuestro 35º aniversario, no queremos dejar de dedicar estas líneas, también, para recordar a nuestros compañeros de AESLEME fallecidos y cuya pérdida ha supuesto una gran tristeza para todos nosotros: personas maravillosas, altruistas y generosas, que dedicaron muchos años a salvar otras vidas, siempre con una sonrisa y una palabra cariñosa.
D. Nicolás Pérez-Serrano Jáuregui, presidente de Aesleme desde 1990 hasta 2025, falleció el pasado 14 de mayo. En Aesleme tuvimos la suerte de que Nicolás nos acompañara desde los inicios de la Asocación y de contar con el respaldo de una personalidad con su extraordinaria trayectoria profesional. Siempre en nuestro corazón. D.E.P.
Nuestra compañera, la dra. Susana Moraleda, vocal de la junta directiva de esta asociación desde nuestra fundación, falleció el pasado 15 de noviembre de 2023, dejándonos un profundo sentimiento de tristeza y de pérdida por su valía como profesional y como persona. Susana tenía una sonrisa que iluminaba a sus pacientes, compañeros... Una persona siempre dispuesta a ayudar y cuidar a los lesionados medulares, a quien vamos a echar hondamente de menos y llevaremos, siempre, en nuestros corazones.
El Dr. Juan Ángel García Reneses fue responsable de Unidad de lesionados medulares del Hospital de la Paz de Madrid, hasta su jubilación. Desde el conocimiento más profundo, la empatía y conciencia de la necesidad de frenar la lacra y consecuencias de los siniestros viales y de aquellos otros acidentess que causan lesiones permanentes y discapacitantes, el Dr. García Reneses fundó Aesleme en 1990 y falleció en mayo de 2021. Hay personas únicas y excepcionales, como Juan, que logran, no solo permanecer vivas en la memoria y corazón de los que les quieren, sino también, en la memoria colectiva, viviendo para siempre en el legado que dejan a la sociedad.