Más de la mitad de los jóvenes asegura haber impedido que un amigo condujera ebrio o drogado
Aesleme desarrolla "Agárrate a la vida" con Mutua Madrileña, en las universidades; esta campaña, además de ser una herramienta para concienciar y educar en seguridad vial a los jóvenes y, así, evitar accidentes, nos ofrece datos reales de sus hábitos y nos hace ver que debemos continuar con nuestra labor y actualizar constantemente el método de hacerles llegar el mensaje, para que salvaguarden sus vidas.
Hemos detectado datos tan alarmantes como que uno de cada tres chicos y chicas de entre 18 y 25 años contesta mensajes de WhatsApp al volante o habla sin manos libres; que un 80% de los jóvenes reconoce haber visto a algún amigo coger el coche tras consumir alcohol o drogas o que el consumo de sustancias y las distracciones al volante por el teléfono móvil, son asignaturas pendientes en los conductores noveles.
Las conclusiones de este estudio, “Los Hábitos de los Jóvenes al Volante”, realizado por la Fundación Mutua Madrileña entre 3.533 jóvenes de entre 18 y 25 años de 14 ciudades españolas, en el marco de la campaña “Agárrate a la Vida”, que desarrolla conjuntamente con Aesleme ofrece otras observaciones especialmente relevantes como que en un periodo como el estival, cuando aumenta el número de desplazamientos, se relajan los hábitos por el calor, los días más largos, las vacaciones y la concentración de fiestas populares durante los fines de semana de julio y agosto.
No obstante, otras conclusiones de esta investigación revelan cierta toma de conciencia sobre los peligros del consumo de sustancias al volante, así como la interiorización de mensajes que se transmiten en las campañas de prevención. Así, más de la mitad de los jóvenes encuestados reconoce haber impedido que un amigo suyo condujera estando ebrio o drogado y casi cuatro de cada diez (39%) ya apuesta por medidas tales como la del “conductor alternativo”, que consiste en salir en grupo y turnarse para conducir, de forma que el conductor se compromete a no beber alcohol la noche que le toca, para poder llevar al resto del grupo a casa.
A la hora de confesar las imprudencias propias, que no las de los amigos, los jóvenes se muestran más cautos y solo un 27% de los chicos confiesa haber bebido alguna vez antes de conducir, mientras que el 73% afirma no hacerlo nunca. En cuanto a las distracciones por nuevas tecnologías, uno de cada tres jóvenes reconoce que escribe mensajes de Whatsapp o SMS mientras conduce y la misma proporción confiesa haber mantenido alguna vez conversaciones telefónicas al volante sin utilizar un dispositivo de manos libres.
Otra área de imprudencia es el incumplimiento de las normas de circulación. Aunque se trata del grupo de edad que tiene más reciente el aprendizaje de las normas, en ocasiones los jóvenes se muestran laxos en el cumplimiento de ciertas medidas, especialmente el límite de velocidad que uno de cada tres confiesa no respetar.
Campaña “Agárrate a la vida”
El estudio “Los Hábitos de los Jóvenes al Volante” es parte de la campaña “Agárrate a la Vida”, que la Fundación Mutua puso en marcha en 2010 con AESLEME, para prevenir los accidentes de tráfico entre los jóvenes y que se lleva a cabo en centros universitarios públicos y privados españoles.
Esta iniciativa cobra su fuerza por el testimonio-conferencia de gran impacto, que imparte a los estudiantes un lesionado por accidente y en la que se explica cómo mantener una actitud responsable al volante para evitar accidentes. Cada año alrededor de 5.500 alumnos universitarios participan en esta campaña de educación vial. Desde 2010 se han impartido más de 600 conferencias a cerca de 30.000 universitarios españoles de centros públicos y privados de toda España.
El presente estudio se ha realizado con la información recogida entre los jóvenes participantes en la iniciativa, tras cada una de las charlas del programa.
Los resultados obtenidos indican la necesidad de seguir desarrollando campañas específicas de seguridad vial hacia este colectivo, no solo de cara a reducir sus actuales ratios de siniestralidad, sino también como medida de prevención de cara al futuro. Además, ponen de manifiesto la importancia de continuar con la labor de concienciación sobre las consecuencias del consumo de sustancias al volante o de las distracciones y del incumplimiento de las normas de circulación. En este sentido, la Fundación Mutua Madrileña y AESLEME han elaborado una serie de recomendaciones para los más jóvenes, entre las que se explica cómo el consumo de alcohol y drogas repercute en la percepción y el tiempo de reacción al volante; altera la capacidad para juzgar la distancia (adelantamientos, curvas, distancia de seguridad, etc.) y provoca una falsa sensación de control, entre otros.
Igualmente, enumera los principales consejos para evitar distracciones al volante, entre los que destacan evitar el manejo de dispositivos electrónicos, como el del GPS, que debe programarse siempre con el coche detenido, no dejar de utilizar nunca las dos manos al volante -por comer o fumar, por ejemplo- o reducir la atención en los trayectos habituales.