iniciativa organizada por AESLEME e IRSA, gracias a la colaboración de Allergan y la Fundación Adecco


•    El Road Show es una representación teatral multimedia que pretende concienciar a los jóvenes del peligro y las consecuencias de los accidentes de tráfico.

•    Según los datos de la Dirección General de Tráfico, en 2010, 157 personas perdieron la vida en las carreteras madrileñas y 19.195 resultaron heridas, en un total de 13.998 accidentes con víctimas.


Madrid 27 de marzo de 2012.- Más de 270 jóvenes madrileños de bachillerato han presenciado esta mañana el impactante programa de educación vial Road Show, en la Casa de la Cultura (Plaza del Ayuntamiento, 2. Tres Cantos). El objetivo de esta iniciativa es concienciar a los estudiantes del peligro y las consecuencias de los accidentes de tráfico, contribuyendo así a reducir el número de muertes y lesiones producidas por este tipo de accidentes.

Esta iniciativa ha sido desarrollada por Aesleme y la Academia Internacional de Seguridad Vial (TRAFPOL-IRSA España), y ha sido posible gracias a la colaboración de la Fundación Adecco y la empresa farmacéutica Allergan. Estas dos últimas entidades, han unido sus esfuerzos para potenciar la integración laboral de las personas con discapacidad, y en este caso, participan en una iniciativa que pretende evitar las discapacidades sobrevenidas por accidente de tráfico.

¿QUÉ ES UN ROAD SHOW?

El Road Show, o Espectáculo Vial, se basa en una original representación multimedia sobre un escenario, en el que se combinan una serie de testimonios con sonidos envolventes e imágenes impactantes.

Los testimonios son los de todos aquellos que, de un modo u otro, intervienen en un accidente de tráfico: desde miembros de los diferentes servicios de emergencia hasta las propias víctimas y sus familiares. Las intervenciones de todos ellos se van intercalando con videos en los que se muestran imágenes de accidentes, simulados pero de un gran realismo, que consiguen impactar en el espectador. Todo ello se ve complementado con una puesta en escena propicia para meter en ambiente al joven: a través de una iluminación especial y una música adecuada, se recrea el entorno de una discoteca, para conseguir que, antes del espectáculo, el joven se encuentre “en su ambiente” y de esa manera se predisponga en mayor medida a aceptar cuanto va a ver y a escuchar. A continuación sale a escena un joven actor que realiza unos comentarios despectivos hacia las medidas preventivas y minimiza el riesgo de sufrir un accidente pese a conducir deprisa o en estado de ebriedad. Tras abandonar éste el escenario, se escucha el sonido de un impacto, después el de una llamada al teléfono de emergencias y unas comunicaciones de radio a través de una emisora policial, que convencen a la audiencia de lo equivocado que estaba el joven que acababa de salir.

Después se proyectan en pantalla unas imágenes de accidentes simulados, de una elevada calidad técnica, que llegan a causar un gran impacto en el espectador, y un policía especializado en investigación de accidentes aparece en el escenario y cuenta sus experiencias acumuladas durante varios años de trabajo, tanto en la escena de los accidentes como al tener que notificar a los familiares de las víctimas la terrible noticia.

Al policía le seguirá un bombero, que describe como actúan los miembros de su colectivo cuando son avisados para acudir a un accidente de tráfico, en que generalmente se encuentran personas atrapadas por los hierros. Su labor es descrita con crudeza, pues así es la realidad. A éste le sucederá un médico del 112 que describe cual es su cometido cuando llegan al lugar del accidente: las primeras medidas que deben tomar y lo triste que resulta tener que atender a tanta gente joven y sana, por culpa la mayoría de las veces, de una imprudencia. Después, un médico especializado en lesiones medulares, comenta cual es su papel, esta vez ya como facultativo que atiende al herido en el hospital, y habla de las secuelas más comunes que acarrean las lesiones sufridas en los accidentes de tráfico.

A continuación, acompañada de una melancólica música de piano, sale al escenario una madre, representante de una asociación de víctimas de accidentes que describe con crudeza el drama personal y familiar que sobreviene después del accidente. Y, por último, un lesionado medular de Aesleme -víctima de un accidente de tráfico-, en su silla de ruedas, narra su propia historia y cuenta cómo ha cambiado su vida después del accidente. Su objetivo no es despertar lástima, sino evitar que nadie más tenga que sufrir una experiencia tan dura como la suya.  

Los jóvenes se caracterizan por una mayor necesidad de autoafirmación, sobrevaloran su propia capacidad y tienden a demostrar conductas exhibicionistas en grupo; son más agresivos e impulsivos, más permisivos ante las infracciones de tráfico y transgresores de las normas sociales en general, por lo que asumen más riesgos durante la conducción y tienden a frecuentes excesos de velocidad y a conducir bajo los efectos del alcohol. Lógicamente, tienen menos desarrolladas las habilidades de conducción que los conductores más experimentados y no tienen conciencia de la muerte, ya que dada su edad, se ven invulnerables.

Estas campañas de seguridad vial son tan importantes en su etapa formativa, porque consiguen hacerles ver de forma objetiva y clara las consecuencias que acarrea un accidente de tráfico y transmitirles que a todos nos puede pasar. Los resultados de esta labor educativa, pueden analizarse a medio y largo plazo y ahora que tenemos los datos de la última década, podemos asegurar que el esfuerzo de Aesleme ha dado sus frutos pues, precisamente, el grupo que mayor descenso ha presentado en las cifras de fallecidos, es el de los jóvenes de 15 a 24 años – con un 69% menos de fallecidos desde 2001: de 1.174 a 363-, pues desde 1990, 3 millones de niños y jóvenes han recibido los mensajes de nuestras campañas.


Datos de siniestralidad en  la Comunidad de Madrid

Según los datos de la Dirección General de Tráfico, en 2010 perdieron la vida en las carreteras madrileñas 157 personas y resultaron heridas 19.195 personas, en un total de 19.195 accidentes con víctimas.

Entidades organizadoras:

La Asociación para el Estudio de la Lesión Medular (AESLEME) es una entidad sin ánimo de lucro que desarrolla desde hace 17 años campañas de prevención de accidentes y sus graves consecuencias.

Academia Internacional de Seguridad Vial (TRAFPOL-IRSA España) es una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es formar, en materia de seguridad vial, a policías y servicios de emergencias en países en vías de desarrollo. TRAFPOL-IRSA importó esta idea de Road Show a España, a semejanza de lo que se está desarrollando en otros países europeos con mucho éxito.

Entidades patrocinadoras:

Fundación Adecco y Allergan.

Colaboradores:

Ayuntamiento de Tres cantos.





Más información:
Ana Carchenilla
Responsable de comunicación
91 715 93 82
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