La seguridad vial en nuestras carreteras en 1990 no era la que tenemos hoy. Se han producido grandes avances desde entonces gracias al buen hacer de tantos que se han dedicado y se dedican a mejorar la seguridad vial, y no solo me estoy refiriendo a los profesionales, técnicos y agentes que trabajan en diversos campos, todos ellos tan vocacionales aquí, para prevenir los accidentes de tráfico, sino también y sobre todo a las asociaciones civiles, como en particular AESLEME, que habéis alzado la voz para señalar las carencias y apuntar a las necesidades de futuro, sensibilizando a los conductores y ciudadanos sobre la importancia de mejorar la seguridad vial para salvar vidas, quebradas a veces por negligencias de un segundo, que luego se recuerdan toda una vida.

Como he dicho, una gran labor desde la experiencia y el sufrimiento propios, que nos ha llegado a calar a todos.

Gracias.